En un clima de oración y silencio nuestro Pastor recordó de modo especial a los jóvenes sus talentos y siguiendo las enseñanzas del Evangelio del domingo y teniendo como referencia al Documento de Aparecida les dijo: “Hagan fructificar los talentos que el Señor ha depositado en ustedes como son entre otros, la capacidad que tienen a descubrir su vocación y a ser amigos y discípulos de Cristo; a ser “centinelas del mañana”, comprometiéndose en la renovación del mundo a la luz del Plan de Dios; a saber sacrificarse y entregarse por Cristo y por Su Iglesia; a ser generosos en el servicio a sus hermanos, especialmente a los más necesitados con todo su tiempo y vida; a tener la fortaleza para oponerse a las falsas ilusiones de felicidad y a los paraísos engañosos de la droga, el placer, el alcohol y todas las formas de violencia; a ser capaces y sensibles para descubrir el llamado particular que el Señor Jesús les hace; y a ser discípulos misioneros de Cristo. ¡No tengan miedo! Muestren con valor y responsabilidad el don de su fe cristiana a los demás”.